entrevista:

Silvia Oñate
Directora General de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas
versión para imprimir
“Seguimos trabajando y avanzando en la lucha contra este delito execrable, porque ante la violencia de género ni podemos ni vamos a bajar la guardia”








En las circunstancias actuales de recesión y crisis ¿Qué importancia diría que tiene para el gobierno de la Junta la lucha contra la violencia de género?

Estas políticas son un compromiso irrenunciable y prioritario en estos momentos de grandes dificultades para todo el conjunto de la sociedad. La crisis económica no puede ser excusa para invisibilizar la situación de las mujeres, ni mucho menos para retroceder en políticas de la lucha contra violencia de género que sigue siendo hoy, lamentablemente, un problema social de primera magnitud.

La inversión en políticas de igualdad y en la lucha contra la violencia de género es una inversión a largo plazo que beneficia a toda la sociedad y no sólo a las mujeres. El gobierno andaluz es consciente de que la estrategia para combatir este problema social debe impregnar todas las iniciativas y actuaciones que se impulsen desde cada uno de los departamentos del ejecutivo.

Además, con la creación de la Dirección General de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas en la Consejería de Justicia e Interior, se incrementan las vías de coordinación institucional y se refuerza el trabajo permanente en torno a la atención y recuperación de las víctimas, desde el ámbito jurídico y de la seguridad, además de seguir apostando por la formación especializada de las y los pro-fesionales involucrados en esta materia.

¿Cuáles son las líneas generales de actuación de la Dirección General de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas?

Nuestro compromiso institucional es el esfuerzo permanente en garantizar la seguridad y protección a las mujeres víctimas de violencia de género y sus hijas e hijos a través de los diferentes recursos judiciales puestos a su disposición, la responsabilidad constante en la erradicación de este tipo de delitos mediante el análisis y estudio permanente de la violencia de género, que nos permita adaptar los servicios puestos en marcha a las nuevas formas de violencia y seguir avanzando en la mejora continua de la respuesta que las víctimas nos demandan.

Conscientes de la importancia de la formación especializada de todos los operadores jurídicos que participan en el procedimiento judicial por violencia de género, se ha incluido esta formación como línea fundamental de nuestras actuaciones. A la vez estamos trabajando intensamente en incrementar la coordinación entre la Fiscalía, el Consejo de Poder Judicial, las letradas y letrados y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la lucha contra la violencia de género que es una de las violaciones más graves de los derechos humanos y un fenómeno de preocupantes dimensiones.

Para ello, esta Dirección General cuenta con recursos especializados de coordinación, como es el Punto de Coordinación de las órdenes de protección, el Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía o el Servicio de Punto de Encuentro Familiar, servicios que garantizan la protección social y asistencia a las víctimas.

Para esta Consejería resulta fundamental, también, el tratamiento de la violencia de género y la detección, desde los ámbitos judiciales y de seguridad, encaminando nuestros esfuerzos al diagnóstico precoz y la atención adecuada a las necesidades de las víctimas.

Cuando hablamos de detección precoz ¿A qué nos referimos?

La detección temprana de los casos de violencia de género es, sin duda, una prioridad para esta Dirección General puesto que es necesario intervenir antes de que se alcancen los grados extremos de la espiral de violencia.

Trabajar por la detección precoz de las situaciones de riesgo real es actuar con anticipación y fomentar la identificación temprana de las mismas. Este reto se ve reforzado por una estadística dramática que muestra que las 8 víctimas mortales de 2012 en Andalucía no habían presentado denuncia previa por violencia de género, ni existían órdenes de protección ni medidas cautelares.

Estamos trabajando, en el ámbito de la seguridad, en homogeneizar estrategias y protocolos para aumentar la eficacia policial en la lucha contra la violencia de género en sus etapas iniciales poniendo en marcha acciones que permitan la detección temprana de los casos de violencia de género.

Para ello contamos con la participación de la Dirección General de Interior, Emergencias y Protección Civil, a través de la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía y de la Policía Nacional adscrita a la Junta de Andalucía; con este acuerdo queremos conseguir una atención y protección adecuada de los casos de violencia de género que se encuentran en un estado larvario o inicial y que debemos trabajar para detectar desde los momentos iniciales.

En ocasiones se observa un distanciamiento entre la ciudadanía y los recursos con los que cuenta la administración en esta materia, ¿Cómo podemos conseguir que las víctimas se acerquen a los recursos existentes en esta materia?

Se trata de un desafío permanente asumido por esta Dirección General, consistente en establecer prioridades de actuación que permitan garantizar la prestación de servicios públicos a la ciudadanía. Debemos de ser conscientes de la importancia de acercar la justicia, sus procedimientos, trámites y su lenguaje a las mujeres y al conjunto de la sociedad, y en especial a aquellas personas que hayan sido víctimas de delitos.

A fin de que las víctimas de violencia de género tengan un mayor conocimiento acerca de sus derechos y del proceso judicial al que se enfrentan, que permita su empoderamiento desde el momento que decida interponer una denuncia, desde la Dirección General estamos elaborando una Guía Divulgativa Procesal en materia de violencia de género, con un lenguaje claro y accesible que les ayude en la toma de decisiones ajustadas a sus necesidades y expectativas.

A la vez, desde esta Dirección General tratamos de acercar la justicia a la ciudadanía a través de la atención que presta el Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía (SAVA), que acompaña a las víctimas durante todo el proceso judicial dirigido a la reparación del daño causado. Este servicio, que este año cumple 15 años desde su puesta en funcionamiento, es un servicio público y gratuito que ofrece una respuesta integral (jurídica, psicológica y social) a las víctimas de Delitos Violentos y contra la Libertad Sexual que así lo soliciten. Su finalidad fundamental es facilitar a las víctimas su paso por las distintas instituciones, de forma que la mecánica policial, médica y judicial no suponga un gravamen adicional al producido por el delito y se eviten circunstancias que supongan una segunda victimización. Este servicio ha permitido atender en 2012 a 10.021 personas, de las cuales el 81% fueron mujeres.

¿Hay alguna otra estrategia para este acercamiento?

Estamos convencidos de que es importante que sean las administraciones las que se acerquen a las víctimas. En este sentido tenemos que destacar otros recursos y acciones encaminados en esta dirección. Así el Punto de Coordinación de las órdenes de protección permite que los recursos especializados en atención y recuperación conozcan la situación judicial de las víctimas con orden de protección. Desde su puesta en marcha se han notificado a estos servicios especializados más de 26.000 procedimientos en los que se ha acordado una orden de protección o una medida cautelar de alejamiento.

Es importantísimo garantizar que las y los profesionales que atienden a las víctimas de estos delitos dispongan de una formación que les permita la prevención, la detección precoz, la asistencia y la mejora en la atención de las víctimas. Por esto estamos trabajando, buscando siempre la sinergia con otras instituciones, junto a la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía (ESPA), que ofrece formación especializada en materia de violencia de género para las y los profesionales, principalmente, de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, para que se introduzcan nuevos contenidos y materiales de formación relacionadas con nuestras competencias, como son contenidos específicos sobre trata de personas, sobre atención especializada a mujeres con discapacidad auditiva o el tratamiento informativo con perspectiva de género.

También colaboramos con diversas entidades e instituciones, como las universidades andaluzas, los turnos de oficio especializados de los colegios de abogados, las fiscalías de violencia contra la mujer y con las entidades del tercer sector para acercar nuestras acciones al conjunto de la ciudadanía. Trabajamos en estrecha colaboración con el Instituto Andaluz de la Mujer, a través del Observatorio Andaluz de la Violencia de Género y con la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno en Andalucía.

En definitiva, se trata de seguir trabajando para sensibilizar, visualizar y concienciar a la sociedad sobre la violencia de género como un problema público que atenta contra nuestro sistema de valores, especialmente a la juventud y a los colectivos especialmente vulnerables, de forma que se utilicen los medios más adecuados para ofrecer información accesible a cada grupo de población.

¿Cómo valora el III Congreso de Violencia de Género que se celebró en Granada?

El 3 Congreso para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres, que se celebró en noviembre del pasado año, bajo el lema Justicia y Seguridad, Nuevos retos, ha supuesto la consolidación de este foro como un espacio de reflexión y de transmisión de conocimiento en esta materia. En esta tercera edición, el congreso ha contado con la participación de profesionales como Inmaculada Montalbán, Soledad Cazorla, Flor de Torres, Jorge Zurita, entre otras personas de reconocida trayectoria profesional en el ámbito académico, judicial, jurídico y de seguridad.

Como novedades de este último congreso me gustaría destacar la amplia difusión que ha tenido a través de la web y el enlace efectivo con las más conocidas redes sociales y la creación del comité permanente del congreso para continuar con el análisis y la reflexión sobre este tipo de violencia, de cara a la búsqueda de soluciones en el ámbito de la justicia y la seguridad, y en permanente coordinación con los operadores judiciales, el ámbito académico y las entidades sociales que trabajan en este tema.

Lo que constatamos en este tipo de foros y congresos es que la violencia de género sigue siendo un problema de primera magnitud, un problema complejo, poliédrico y con tantas aristas que afecta a la sociedad en su conjunto, que no reconoce a priori patrón alguno, que se manifiesta como una espiral donde el grado al que puede llegar es imprevisible e incontrolable y que además evoluciona, se transforma en sus manifestaciones y muestra nuevas caras, todas amargas e injustificables y ante las que debemos estar muy pendientes.

Todas las aportaciones vertidas nos siguen confirmando la necesidad de avanzar en la mejora de los procedimientos, en la especiali-zación de las y los profesionales, en la atención a las nuevas formas de violencia de género y en la imprescindible coordinación de los trabajos entre todas las instancias que incidimos en la lucha contra este delito execrable, y en esa tarea continuamos trabajando porque ante la violencia de género ni podemos ni vamos a bajar la guardia.